La tembladera
Producido por: La Chulupaca Comics
Año: 2018 (junio)
Autores: Fool Art (Ariel Muruchi), Hasanrasta SQ1 (Samur Quintanilla) y Gabriel Gonzales
Este es un fanzine elaborado por La Chulupaca Comics, un grupo de artistas emergentes de Santa Cruz que se dedica fuertemente al humor gráfico, pero que también elabora material para vender en diversos eventos: stickers, llaveros y prints.
La tembladera fue publicado en junio de este año durante el evento Umbrella Fest. Consta de tres historietas sobre diversas temáticas: un romance virtual que termina en tragedia, una lucha heroica contra plagas caseras y una serie de ajetreos estudiantiles hacia la facultad.
¡Hola! ¿Qué tal? ¿Quieres salir conmigo?
Esta es la historia de Juan, un chico poco suertudo con las chicas, que un día encuentra a Aylín, quien parece ser el amor de sus sueños. Ella le envía un mensaje por Facebook para salir y conocerse, ambos terminan saliendo juntos, pero algo raro sucederá entre la pareja.
La historia cuenta con recursos gráficos interesantes y muy ingeniosos que recuerdan un poco a las estrategias de Will Eisner, reconocido autor que rompió con el esquema de viñetas cuadradas y rectangulares. Vemos encuadres circulares y del tamaño de una ventana de chat.
El estilo de dibujo va acorde con la situación, en especial en lo referente a las expresiones de los personajes. Sorpresa, ira, miedo, etc. Además, hay un buen aprovechamiento de los símbolos gráficos del cómic: estrellas, líneas de intensidad en el fondo, notas musicales y garabatos que representan vómito.
Es una historia muy entretenida y agradable de leer. Sobre todo por el final, que esconde una sorpresa que no revelaremos aquí por cuestión de spoilers. Por cierto, la idea de este cómic fue de MiRo Bazoalto y la producción de Fool Art.
El duelo
La historia nos presenta al autor mismo en una escena de su vida diaria, cuando su mujer lo manda a limpiar la casa. Hasanrasta, su perro y su tortuga acuden a cumplir con su tarea cuando los responsables de la suciedad se manifiestan: un ejército de ratas. El trío deberá enfrentarse a ellas mediante una batalla épica que definirá al ganador.
Los gráficos no son muy desarrollados que digamos, pero siendo el cómic un arte eminentemente narrativo, quizás esta situación no los requiere tan buenos. Aun así, hace falta mucho por mejorar en algunas cuestiones visuales; sin embargo, el autor definió la simplicidad de los elementos que necesitaba en cada viñeta: a veces no necesitamos fondos muy elaborados para contar dónde están los personajes.
La épica batalla entre los chicos y la rata tiene su clímax en una escena fenomenal:
La historia continúa con otras estrategias de batalla que no revelaremos aquí, también por cuestión de spoilers. En resumen, otra historia muy entretenida y que causa risas. ¡Al estilo anime shōnen!
Carrera a Ciencias del Hábitat
Esta es la historia de un chico que trabaja en su maqueta para presentar a la facultad de Ciencias del Hábitat, ubicada en la Universidad Autónoma ‘Gabriel René Moreno’. El joven estudiante debe enfrentarse a las inclemencias del tiempo para llegar lo más rápido posible a su clase y presentar su tarea.
La ejecución gráfica tiene varias deficiencias, desde problemas de proporción y anatomía hasta algunas fallas de iluminación, pero en general se entiende a nivel visual (aunque con cierta dificultad). Los diálogos tienen faltas de ortografía muy evidentes (al igual que el anterior cómic), mas eso no dificulta mucho la lectura.
El cómic termina con una situación algo cliché, pero que refleja la vida diaria de algunos estudiantes que sufren sacrificándose por sus trabajos Quizás hasta es difícil entender ese final, debido a la puesta en escena que hay a nivel gráfico.
De todas maneras, la historia en general casi casi que cumple con el objetivo de hacer que el lector se sienta identificado, o al menos los lectores del público al que está dirigido: estudiantes de Arquitectura, Diseño Integral, etc.
Conclusión
La tembladera es un fanzine más experimental en esencia, y retrata historias divertidas que dan para consumir mientras uno viaja en el transporte público o esperando la fila en el banco. Entre medio de esas historias hay una que otra tira cómica de Fool Art, que han sido publicadas anteriormente en su página de Facebook.
A pesar de que el fanzine carece de calidad técnica suficiente, logra enganchar y tiene su valor como iniciativa humorística. ¡Recomendado para relajare un buen rato!