El humor en tiempos del Cólera. Al-azar (1999). Plural Editores, La Paz, Bolivia.
Sin duda la caricatura política es parte importantísima del cómic. Y nadie mejor que Al-azar para documentar los devenires del estado plurinacional, antes conocido como República de Bolivia. El primer tomo recopilatorio de sus ácidos comentarios dibujados salió antes de comenzar el siglo XXI, y es una muestra del talento gráfico y la agudeza político-visual de este gran artista. Sus bloqueos, sus humanos hechos un nudo de hambre, sus perros irreverentes y su línea, gruesa pero jamás descuidada, nos permiten reconocer instantáneamente al autor.
Leer este tomo recopilatorio constituye hacer un ejercicio de memoria. ¿Cómo éramos? ¿Quiénes mandaban por detrás de la justicia? ¿Qué discursos eran los más típicos de los noventa? Estados Unidos metía dedos, pies y manos donde no lo llamaban, la gente se moría de hambre y el discurso era abiertamente neoliberal… ¿y ahora, todo es distinto? Como ilustra la caricatura del cambio de gabinete de Bánzer, tal vez no todo haya cambiado para mejor, y algunas cosas sigan exactamente igual. Qué se le va a hacer, es la democracia la que falla…pero no conocemos nada mejor.
Lo que sí es diferente es la representación del abusivo. Al parecer, bajo la lupa de Al-Azar todos los “malos” de los noventa eran gorditos, de traje, claramente influenciados por los dictados económicos de Wall Street. Eso, sí, ha cambiado. Ahora no tenemos ese tipo de “malos”, excepto en los discursos de quienes detentan el poder, ya que toda oposición, para ellos, es imperialista, de derecha y neoliberal.
El proceso de cambio según Al-azar (2013) Al azar, José Luis Exeni. Hivos, People unlimited. La Paz, Bolivia.
Esta edición no fue publicada para la venta, y por lo tanto es difícil, si no imposible, encontrarla en librerías. Igual, recopila las críticas de Al Azar, esta vez, al proceso de cambio. Las nuevas tecnologías permiten que Al-Azar se luzca en su manejo cromático, ya que todas sus caricaturas son ahora entintadas y a color. Sin embargo, las tintas vienen cargadas, con esa capacidad tan suya de detectar el gato encerrado (o “cato” encerrado) en el discurso. Estas páginas transcurren por terreno conocido: el amor a la Madre Tierra mientras se deja el TIPNIS sin un árbol; la palabra “nacionalización” repetida al infinito desde las creencias políticas de cada uno, y, también, muchas veces, a nuestro presidente (al único que tenemos).
Hay cosas que han cambiado para bien. La “media luna”, con ese discurso racista y de odio exacerbado, ha prácticamente desaparecido. La inclusión ha venido para quedarse y el Ekeko, antes un enano cargado de pobrezas, ha crecido y engordado. Sin embargo, el gobierno es el gobierno, la burocracia tiene otro nombre pero no engaña a nadie y Al-Azar, como siempre, afila la pluma y el tintero. Además, mucho, algo, ¿todo? ha cambiado para el proceso de cambio desde 2013 hasta hoy. Resulta interesante seguir la vida política de nuestro país a través de sus ojos, desde 1999 hasta ahora, en casi veinte años de percepciones agudas e in-certezas.