Roxan Tórrez Villca es una ilustradora y autora de cómics con amplia experiencia en gestión de publicaciones. En 2010 lanzó el fanzine Nostalgia y en 2013 se unió al colectivo Watashi Mo para publicar obras en grupo. Sus historias tocan distintas temáticas y entre su trayectoria artística incluye tutoriales de dibujo, uno de los que salió el 2015 bajo el título Método de estudio iconográfico. Es egresada de la Escuela Superior de Formación de Maestros ‘Simón Bolívar’ y estudió Diseño Gráfico. Fue organizadora de espacios para artistas y concursos de dibujo. En la actualidad, forma parte del colectivo Never Stop Trying. Desde 2016 trabaja junto a Zamarazula para ayudar a los artistas emergentes del área digital a ser reconocidos en el ámbito institucional.
_¿Cómo te iniciaste en la ilustración y hace cuánto?
Empecé oficialmente desde el 2013. Antes solo hacía pequeñas ilustraciones o alguna pequeña historieta, pero no en la manera de publicarlo oficialmente.
_¿Y cómo o dónde lo publicabas?
He empezado con los eventos anime, donde pasaba a poner mis revistas. Una de las primeras publicaciones que saqué fue con un grupo de dibujo, y ya posteriormente saqué una casi al mismo tiempo, que era la primera oficial que sacaba sola en el Otakupalooza, que fue precisamente de género erótico.
_¿Qué es lo que te motiva a dibujar? ¿A qué apuntás con todo esto?
Me motivan muchas cosas, creo que en el sentido en el que veo alguna cosa social, algún evento que ocurre, que me llama mucho la atención no solo a mí, sino a las personas a mi alrededor. Creo que esa es una muy buena forma de empezar a escribir algo. Ya sea para una protesta o como para que las personas se vayan dando cuenta de algo, o simplemente para que las personas que lo lean se sientan bien.
_En el ámbito de la protesta, ¿cuáles son los temas sociales que más te llaman la atención?
La primera publicación que he hecho era de género erótico, precisamente porque muchos varones decían que una mujer no podía hacer algo de hentai. Eso me molestaba mucho, es de “no por ser mujer significa que no puedas hacer ese tipo de cosas”. La historia que yo hice no es para varones, a pesar de que sea hentai, es más para mujeres porque tiene una problemática que es muy femenina en el sentido de que muchas mujeres tratan de ver lo de la primera vez, por eso el título de la obra se llama Aunque no sea la primera vez. Muchas chicas me decían “yo me he sentido mal”, “yo no sé cómo me he sentido”, “yo me he sentido bien”, “yo me he sentido extraña” y un montón de cosas. Por eso estaba de “es una buena forma de plantearlo”. Algo que supuestamente es solo para varones, pero ponerlo para mujeres.
_Respecto a lo último que has publicado (Escuela Otaku) y lo primero (Aunque no sea la primera vez), ¿qué tipo de cambio sentís que ha habido en el estilo de dibujo y de narrar las cosas?
Hay bastantes, porque con el tiempo iba practicando anatomía, otro tipo de encuadres, otro tipo de composiciones diferentes que han ido progresando con los años. Ya he visto que mis propias imágenes ya no son tan estáticas. Antes eran algo estáticas y ahora pienso que tienen más movimiento que antes. Igual en las historias: me gusta mucho hacer de distintos tipos, no solo una historia. Si he publicado algo erótico, (hacerlo) todo erótico tampoco es algo de mi gusto. Me gusta mucho hacer distintas cosas, una gran variedad. Por eso igual yo estaba de hacer romance, aparte del romance hacer shonen, después de eso hacer tutoriales… hacer un montón de cosas diferentes, porque creo que te puedes desenvolver de formas diferentes.
_¿Qué tipo de tutoriales has hecho?
He hecho tutoriales de anime, pero basándome en el conocimiento que ya había adquirido, porque yo soy autodidacta; posteriormente he empezado a hacer estudios referentes al arte, pero antes de eso era autodidacta. Me he dado cuenta de que a veces el arte clásico es un poquito rígido. A partir de ello, estaba empezando a hacer tutoriales que para mí fueran un poco más fáciles, tratando de hacer que para el público también sea mucho más fácil aprender algo y que sean mucho más ágiles.
_¿Qué sitios web, blogs o libros en específico has tomado de referencia para formarte por tu propia cuenta?
He tomado varias referencias. Por ejemplo, hay 2 autoras que me han gustado muchísimo: Sakurada Hina y Yuzuha Ougi; son japonesas. Su forma de narrar, encuadrar y dibujar es muy hermosa, me ha gustado tanto, que una de mis aspiraciones cuando era joven era hacer imágenes que fueran tan hermosas como las que ellas hacían. Hacían unos escenarios, unas historias que se te quedaban en la cabeza. Se me quedaban meses, y cuando hacía que otras personas lo leyeran, a esas personas igual se les quedaba semanas la historia.
_¿Cuáles son las series o mangas favoritos de Roxan Tórrez Villca?
Me gusta mucho la animación francesa de autodidactas o independientes. Una de las animaciones que más bellamente me ha parecido ejecutada ha sido Bailarina. Es muy hermosa: todo, absolutamente cada detalle que le han puesto era muy hermoso. Igual Un monstruo en París. Esos dos me han encantado mucho en animación.
_¿Cómo ves la situación de los artistas o del arte en general en La Paz y en Bolivia?
Muy mal, porque es muy difícil que te reconozcan, aunque simplemente piensen que lo que es famoso es arte auténticamente. Aún tenemos varios estigmas de que el arte de caballete o de galería es el único que merece ser llamado arte, a pesar de que mundialmente es conocido que el cómic es el décimo arte. Muchos piensan que hacer este tipo de cosas no es arte, (en) lo cual están totalmente errados.
En La Paz es muy difícil que te hagas reconocer por algo que no sea nacional, creo que es un atajo para los artistas de hacerse conocer con algo nacional. Es un buen backup para hacerte conocer, pero hacer solo ese trabajo creo que tampoco… porque, mira, hay muchas personas que hacen unas ilustraciones muy bellas, muy, muy bellas, y no son reconocidas. Hacen ilustraciones profesionales al nivel de otros países y no son reconocidos.
Es un poco triste, por eso estoy de “ah, es bastante mal”. Creo que no tenemos los medios necesarios e ir consiguiéndolos tampoco es fácil, porque la Alcaldía y otros lugares sí te ayudan, pero es bastante difícil gestionar toda esa ayuda. Económicamente no te pueden ayudar, obviamente, pero te brindan espacios y cosas así, pero la gestión también es muy difícil de hacer, por lo de la Ley del Artista, por ejemplo. Ha sido muy difícil ir y representar… cuando te dicen “no tienes personería jurídica” o “ustedes son un grupo muy grande, le vamos a dar prioridad a danza”, por ejemplo, “o a teatro”; teatro va a tener más cosas que nosotros. O sea, “le vamos a dar un edificio entero a teatro”. Y nosotros estamos de “¿nos pueden dar una sala al menos?”, “no, es que ustedes no son artistas”, “es que ustedes no son muchos”.
Es bastante, bastante difícil, pero hay que seguir intentando. Si no se pudiera lograr nada, no habríamos estado, por ejemplo, con lo del carnet del artista: ya se está viendo la posibilidad de que esté el cómic; eso es un gran logro. Que igual esté el arte digital en la Ley del Artista es otro logro. Hay muchas cosas que todavía se pueden hacer, solo es cuestión de gestionarlas. Igual tampoco tenemos mucho contacto entre artistas: a veces no nos conocemos y nos cuesta mucho conocernos. Pero es cuestión de seguir trabajando.
_¿Cuál ha sido la situación más incómoda o poco satisfactoria con la que te has encontrado en un cliente o alguien que consume tu trabajo?
Una empresa que me ha pedido que diseñe todo su material corporativo: me han dicho que haga todo un diseño. Me han pedido y luego me han dicho: “Está muy bueno, pero ahora queremos otro, porque hemos cambiado de logo en la empresa”. Y yo estaba de “¡no! ¡Es volver a hacer todo de nuevo” y estaba de “me tienen que pagar por el anterior trabajo”, y (ellos) estaban de “te vamos a pagar la mitad, porque no estamos usando eso”, y yo estaba de “¡no! ¡Me tienen que pagar! Ya no voy a diseñar a menos que me paguen”.
Y sí me han pagado, más bien, pero ha sido muy incómodo que hayan dicho a último momento “estamos cambiado el logo”. Eso fue lo que me ha molestado, pero aparte de eso no. Todo lo demás bien, ese fue el máximo. Estaban de “ya no es una ‘t’, ahora es una ‘i’” y “¡no! ¡Tengo que diseñar todo de nuevo!”.