Comic Boliviano #21

Doble inmoral. Departamento X. Alianza Boliviana del Comic & el Manga. Tu Kiosko. CTX Studios. La Paz, 2015.

“Excitantes y violentas historias paranormales”, la frase promete, si no fuera porque el lector familiarizado con el trabajo de Marcelo Fabián sabe a qué atenerse: es una frase sarcástica, que se burla de nuestras expectativas para con los cómics y que vuelve a introducirnos a ese mundo sitcom hecho viñetas, Departamento X.

En esta ocasión, los compañeros de departamento de Daniela, con una mezcla de ingenuidad y patetismo, han decidido montar una entrega de premios exclusiva. La cosa no es en vano, ya que resulta que convencieron a varios actores/escritores/dictadores de hacerse presentes para recibir un cheque por un millón de dólares (cada uno) y una estatuilla que resume perfectamente la cultura boliviana: una hoja esculpida, hecha de coca cristalizada. (¿No tendré problemas al volver a Estados Unidos?, pregunta Willem Dafoe…).

También ingresa a la vida de Daniela una nueva amiga, ejemplo resumido de lo que se consideraría una chica geek hermosa: tarijeña, cospleyera y amante de las artes marciales. “La Elfa” y Daniela tendrán que enfrentarse a un grupo de ávidos coleccionistas para defender su derecho a una portada exclusiva, aparecida misteriosamente en la tienda de cómics donde Daniela trabaja.

Un dato curioso es que este cómic apareció en blanco y negro mucho antes siquiera de la existencia de “The Big Bang Theory”, aunque, por supuesto, Fabián tendría muchos problemas en demandar a una serie tan popular con ese argumento. Heredera más bien de la tradición de Marco Tóxico, que en 2005 ya publicaba “Jorgete y sus amigos”, podría decirse que tiene más influencia de los Simpson que de otra fuente. Sin embargo, no deja de llamar la atención el humor y la socarronería con la que los aspectos “geeks” del asunto son tratados sin piedad.

La nueva versión, publicada por Tukiosko, viene a todo color.

Puma Blanco, el defensor el medio ambiente Boliviano/ Tekove, el protector del medio ambiente boliviano. Paranoia Studios, Tu Kiosco, La Razón, Embajada de Estados Unidos, La Paz, 2016.

Esta iniciativa, patrocinada por la Embajada de los Estados Unidos, se basa en el concurso que motivó a varios niños y adolescentes bolivianos a diseñar el personaje boliviano que proteja nuestro medioambiente. El resultado, “Puma Blanco” y “Tekove”, ambos distribuidos gratuitamente en un solo volumen, me da pie para hablar de este tipo de iniciativas y del trabajo de los adaptadores del dibujo ganador al formato de historieta.

Alan José Mejía Loría y Nicolás Ignacio Salamanca Saucedo, de la Unidad Educativa “Vida y Verdad” de La Paz, fueron los ganadores en la ‘Categoría A’ con el trabajo “Puma Blanco”. Cecilia Delgado fue la encargada de adaptar la historia y desarrollar este personaje.

Mi primera conclusión es que estamos muy lejos de llegar al tema de los superhéroes en Bolivia, (tal vez por eso Ruilova nunca dibujó uno). Quien ha tenido más éxito en ese sentido fue Santos Callisaya, capaz de tomarse el tema con mucho humor y espacio para la chacota.

Para hacer cómic de superhéroes nos falta bastante: coherencia narrativa, buenos villanos, buenas historias que le den profundidad y sentido a los héroes nacientes… está bueno trabajar una propuesta y esforzarse, pero se nota que esta se hizo un poco a las apuradas.

En la ‘Categoría B’ el primer premio fue para José Manuel Aliaga Delgadillo de la “Unidad Educativa Fe y Alegría La Merced” de Santa Cruz con el trabajo “Tekove”. Miro Bazoalto y Felipe Porcel se encargan de dibujar y dar color a esta historia.

La verdad, el nacimiento de este héroe, con magia y elementos de la tradición oral, me pareció mucho más logrado. El final, en el que se invita al supuesto “enemigo” a sumarse a la lucha por la protección del medio ambiente, me parece bueno también.

Lo más interesante de este experimento es que llegue a manos de los chicos y los motive: a dibujar más aventuras, a pensar en superhéroes, a mejorar las propuestas. La creatividad nos puede salir por cualquier lado, y tal vez, ahora sí, pueda surgir un superhéroe o superheroína que nos motive a todos.